ANOCHE MORÍ… ¡SEPÚLTAME!
Anoche morí...
Y me sepulté en mis sentimientos y emociones.
Ya no quería vivir… por causa tuya.
Por este encierro y loca me estoy volviendo.
Me levanté a caminar de la sala a la cocina,
Con tacones y vestido nuevo… ¿Pa\' qué?
Si nada había diferente en mi vida!!
Todo se fue como el sol con la tarde.
como el mar y sus olas.
Y la noche con sus estrellas.
El cielo oscurecidose porque se acabó el día…
Busca donde meterse para no ver
Las desdichas de la gente que ve morir todos los días.
Por ese tan temido ‘VIRUS’. ¡Ya no vivo!
No sé en qué momento me fui de mí y, de todo
No sé cómo pude llorar toda la noche? y ahogarme
En llanto para no amanecer amando, al que vive conmigo,
En mi cama, en mis pensamientos, en mis huesos y
En mi alma, es mi sillón marrón profundo donde me entierro,
Y no me conozco, ni cuando me veo al espejo,
Y si me miro hermosa como era antes de morir en soledad,
En desesperanza y desconsuelo por culpa del amor…
Pero vino Dios a visitarme, y me llevó de la mano por un jardín
De bellas flores y había olor a naranjos y a dalias y me encantó,
Me hubiera gustado quedarme allí, entre nardos y crisantemos
Y entre la vida y la muerte pero con Dios.
Con mi alma salvada y con mi corazón sangrando por dejar
A los que amo ellos son mis hijos y nietos, hermanos y amigos,
Si, si quería irme, de este mundo y sus miserias, gente perversa,
Que se ufana hablando mal de los demás y luego ‘yo no fui’
Estoy cansada de vivir en un mundo vano, inútil y vacío,
No hay nada que me detenga, todo es fantasías y mitos.
Hasta la vida es escurridiza y no la sé vivir sin el amor mío.
Hoy morí y me sepulté en mis emociones y amores de antaño.
Para no verme más como soy, perversa y malvada
Con deseos de sacarte los ojos para que no andes de ‘Don Juan’
‘El VIRUS’ mata sin causa y sin culpa y se lleva a los que más amas.
Me fui, me morí la noche aquella de tu despedida.
¡Sepúltame en tú corazón si ya muerta estoy para ti!
Y tú para mí, pero vives en mi corazón desde el día que te conocí.
Alicia Pérez Hernández... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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