Ellie Woonlon

Poema con tipos de vacíos

\"¡Me gusta, me atrae mucho la ciencia!\",

repetía y volvía a decir con toda inocencia,

¡no sabía que ese mundo implicaba una condena!

Primero, debes reconocer que eres todo un cabeza hueca.

 

 

¡Luego, deberás de renunciar a tu modo de ver la vida!

Te sentirás solo, porque destruirás la imagen de tu entorno;

pues así es cómo uno redescubre la esencia que en sí mismo anida,

preguntándose: \"¿es todo esto real o una fantasía?\" Y ya no hay retorno.

 

 

Éste es el precio de los hombres de ciencias duras,

su deber es ser llenadores permanentes de su propio vacío.

Deben de andar a tientas por esa vida a oscuras,

¡porque una vida que no conoce la verdad no tiene sentido!

 

 

¿Y qué es la ciencia, además de la dadora de sentidos y asesina de esperanzas?

Las probabilidades de ésas tan malas que te esperan, las desgracias,

¿puede la ciencia preveerlas? Y aquí el vacío al científico mata:

nunca se llega a la verdad absoluta, sólo se aproxima a ella de forma estimada.

¡Oh; viajero que no haz de retornar del vacío científco, en paz descanses, astronauta!