Fui el más grande de los soberbios y el gusano mas arrastrado de la tierra, el más poderoso de los hombres y el que más dinero amaso, nunca entendí la humildad, no tuve escrúpulos para hacer mi voluntad sin considerar las necesidades y limitaciones de quienes me rodearon, fui depravado en los excesos, placeres, frenesís sin mediciones de nada, tense los mercados y adquirí lo que quise, cualquier cosa era mía sin remedio y todo mundo estuvo condenado a servirme.
Fui el más pequeño y humilde de los humanos, el olvidado de los hombres, el más dadivoso conocido, el más recatado, disciplinado y servicial de todos, el que siempre está presto, el más desprendido y atento a las necesidades ajenas, el paladín de los débiles.
Fui el peor de los asesinos, mate a millones por consideraciones con mi raza o clase social, condene a todos, me llamaban Hitler, Mussolini, Pedro de Alvarado, George Bush…
Fui el pacifista por excelencia, el premio nobel de la paz, el mejor y más condescendiente de los líderes mundiales, fui el más reconocido y seguido líder espiritual que jamás existió.
Fui el más grande revolucionario que cambio al mundo por uno mejor.
Fui el que más fe ha tenido de todos.
Fui el más ateo de todos, el defensor del existencialismo.
Y ahora estoy qui.