Ruth González Galindo

EN LUZ

Un alma experimenta por vez primera 

Alas desplegadas que le han sido dadas

Levanta el vuelo, no hay regreso,

Sin voltear al orbe perecedero.

 

No habrá rumor que perturbe su gozo,

Ni más aflicción, ni dolor ni trabajo,

Se va de viaje, al descanso deseado

Allí en mansión gloriosa es esperado,

Todos los santos han sido invitados.

 

Por valle tenebroso es transportado

Más seguro camina rodeado de luz

Transitando en victoria hacia la eternidad

Del triunfo de Cristo, investido es. 

 

No hay fuerza humana que se interponga

Ni gravitacional que le detenga

Hay una inercia, de poder ineludible

Que nos aleja, de la tierra hacia el cielo.

 

Siervo de Cristo dichoso tu eres

Obediente en el tiempo el terreno sembraste

Los frutos guardados en granero fueron

Sustento seguro ahora tú tienes.

 

Llevas contigo riquezas, que nadie arrebata,

En cada pieza tu nombre grabado,

Amaste sabiduría dejando camino de necios

Ahora disfrutas, de Dios recompensa.

 

Vuela alma, vuela a los brazos del Señor

Reposa en aposento de  galardonados

Espera que pronto tus hermanos vamos,

Ya que  la vida es como una flor

A la mañana florece a la tarde es cortada y muere

Reflexión ofrecida por Moisés el amigo de Dios.

 

Más allá del cielo azul,

Voces añadidas de regocijados cantores,

Potencializan el coro universal;

Unidos todos en bello canto 

Alabando por siempre al que nos redime,

Al Cordero inmolado que vive y reina,

¡A Jesucristo el Salvador!