Eduh Siqueiros

Si me voy

Cae la vestimenta -de tu dermis- cuando te acaricio,
y en la firmeza de mi ser se exaltan tus cumbres,
donde pululan el polen de las ninfas con gran rumor…
¡oh valquiria!, que tienes los agradables hábitos
de cabalgar sobre mi llanuras donde enciendes delirios
de efervescencia, libre y plena palpas lo recóndito
de mi ser que te aguarda para unir nuestras naturalezas,
entre gimoteos y sollozos sobre el altar que ausculto
en tu vientre, donde hallan los dioses complacencias…
¡oh guerrera!, transmútate en la deidad de mis ensueños,
poseída por la flecha que injerté en tus entrañas,
que el premio del cielo por tus locos empeños
es el éxtasis que de ti se derrama y así me empapas
de tu sensualidad en el sortilegio de tus pergeños.

Al tiempo que el nocturno lapso se acentuaba,
lo hacían también las memorias de los romances,
languidecía el resplandor en la alcoba que nos guarecía,
la tétrica habitación detallaba los pormenores,
y tú, inundada por el afán de saber de tu destino,
con el sollozo atascado en tu cogote perturbado,
veías desdibujarse tu alma como el fuego
de un farol que por el ventarrón fue extinguido,
proferí lo que jamás hubieras dado crédito,
cansado de verter el llanto al voltear hacia el cielo,
agobiado de ser presa de la aflicción que se reitera,
desistí, y opté por recular en mis osadías,
sabiendo que por ello se humedecían tus ojos,
‘no puedo más’ asentí y propicié el desgarre
en tus entrañas, nublando al sol de tu ventura,
quedamos los dos más locos en la noche negra,
no tenía caso que con obstinación a ti me ate,
si siempre nos hostiga el embate de la espesura
bajo el manto nocturno… ahora marcaremos un beso
en la cara de la luna, para que al pausar nuestro idilio
sea ella quien llore nuestra suerte llena de amargura.

Si me voy, si me pierdes, la vida sin mí
será para ti, bello ser, una vida hiriente,
si tomo en mi camino un rumbo alterno,
¿para qué vivirías, mujer, sin el frenesí?,
si mi presencia es causal de tu felicidad,
si otras compañías de ti me apartan,
¿acaso no esquivaremos los males que nos aquejan?,
mi amor es perpetuo, es para toda la eternidad,
no te arriesgues a dejarme marchar,
si fuimos destinados para podernos amar.

Después de mí, ¿qué harás después de mí?
es imposible borrar de la memoria el vestigio
de un tórrido beso, impronta de color escarlata,
y deshacer una vida es sin duda una verdadera contienda…
las invocaciones de tu corazón atraerán ensueños
y en ellas irrumpiré todas tus noches de cansancio,
poniendo nubarrones para cubrir las esferas
estelares de tu cielo, y en las aguas turbulentas
del afluente en el que nos amamos sin mesura,
emitirán suspiros que se remontarán hacia la luna,
para que con sus lamentos ilumine tus ratos de descontrol,
que como la llama de nuestro amor no habrá ninguna.

De tus amores fuiste siempre la oferta más valorada,
te endilgaron cualidades inverosímiles, y las creíste,
y ahora mujer, que el juego felón has descubierto,
¿quién realmente valoró el embeleso de tu alma?,
el amor es más que unos caracteres para comparar,
el amor es puro, es incondicional, es transparente,
ya no te dejes enmarañar por quien amor te finja,
ama libre, ama siempre, tan sólo por el privilegio de amar.