Caminaba observando las olas,
distintas, parecen iguales,
solo cuando la mirada es única,
lo que tenemos nos parece volátil,
todas las golondrinas similares,
cuando aprendemos a mirar,
el mundo es magia,
cuando los rayos del sol,
se escapan de tus dedos,
es que estamos aprendiendo a mirar,
estas aprendiendo a jugar
con el encanto del hábitat, habitante.
Caminaba, el hilo del horizonte,
Te conocí caminando
por el borde del acantilado,
tu vida una aventura de olas
mi vida una roca contemplativa de mar
lo nuestro una orilla de mar,
lo nuestro todas las estaciones,
aprendimos que el invierno es largo,
aprendimos que la primavera es corta,
pero ambas un canto de gaviotas
y caracolas entre olas y rocas…
Caminaba, sin huellas conocidas,
en este baile de las aventuras
coincidimos, cada uno en lo suyo,
una casualidad, nos aferramos
después del naufragio
señal, que nos deja en un camino,
la casualidad amada
nos deja al azar,
nos deja con el amor
entre nuestra alma y pasión,
parecen días de encanto,
nuestras manos se soltaron,
no estás…pero estaré.
Quizás, la vida una casualidad,
Que nos deja la magia,
Que nos deja el amor.