Alejandro

Desde el corazón

Ay! que triste vida mía...

siempre aparece un nuevo día

vital, brutal,

como si yo no mereciera amanecer.

 

El sol viene a iluminar

cuerpos que no tienen sombra,

ni palabra, ni anhelo,

la sorpresa de tus labios

es lo que se ha quedado atrás...

 

Me derrite

y me deshonra

con su triste

inaplacable alfombra

y saber que encandilado

mi presente y mi pasado

lo que he dicho y lo que he hablado

en el camino se ha quedado...

 

El pecado es sólo un faro

para quien quiere caminar,

no hay que cojear,

hay que ser hombre,

adonde?

donde nadie tiene oprtunidad

de ser?

de que?

de algo...

del tacto que te da tu humanidad...