Que tristeza la mia,
como caminaba todo los días
por tu vera en la mañana o en la tarde
y siempre estabas en tu balcón
te saludaba y tú nunca contestabas,
sería que no te enseñaron buenas
costumbres tus padre; o yo no era
de tú agrado hasta piropos te decia,
que presumida eres hoy que te veo
con hijos entre tus brazos o otros
llorando descalzo caminando, como
no me dirijias ni una mirada cuando
lucias tus encantós en ese balcon, solo
sé que como me entristece al ver
que yo no puedo ayudarte, porque
en esos días que yo quería tu amor
hoy no siento nada y lamento tu fracaso...