El cielo se vuelve cristal
en las noches que no te tengo
e infinitas mis palabras
llegan a ti junto al viento.
Como ecos desnudos de un soñar despierto
vuelan gaviotas vestidas de mar buscando tu reflejo.
Hay niños que cantan melodías al tiempo,
y tu nombre palpita fuertemente en mi pecho.
Naufragando en la noche descubriendo tu secreto,
añorando tus labios
junto a los míos sedientos.