Esa noche la escuche gritar, lloraba desconsolada
pedía a gritos que ya no la golpearan más
salió a la calle, con el labio reventado
y la nariz sangrando, en pleno toque de queda.
Fue tan impactante el verla aun de pie
los vecinos llamaban a emergencias solicitando ayuda
y justo en ese momento me pregunté (quién sería tan desgraciado para dejarla así)
se me hizo un nudo en la garganta al verla tan fragil y debil a la vez .
Llegaron los bomberos a socorrerla
mientras ella gritaba, su cuerpo se desvaneció a media calle,
en esa camilla queda una victima mas
otra víctima de la violencia intrafamiliar.
Mientras cubrían su cuerpo con una sábana,
salió un niño de 4 años a buscar a mamá
todos los vecinos llorando en las ventanas
y los bomberos no sabían qué hacer.
El niño gritaba mamá
y los bomberos lo cogieron, lo abrazaron y el pequeño se echó a llorar
la policía no se hacía presente en el lugar, y el maldito que la había matado escapó.
Vivimos en un país en el que el machismo sigue en aumento,
en Guatemala la violencia reina por doquier, cada dia mas mujeres se suman a la violencia intrafamiliar.
Tenemos autoridades ausentes,
jueces que se venden al mejor postor,
y fiscales que se pueden comprar.
Guatemala pide a gritos JUSTICIA y PAZ
estamos cansados de tanta crueldad, de tanta mujer víctima de violencia.