Tengo un nudo atorado en la garganta,
no sirve de nada llorar,
haga lo que haga nunca se desata,
Poco poco me empiezo a asfixiar.
A mi alrededor no veo nada
que me motive a continuar,
me tiene la guerra ganada
ya no me atrevo a luchar.
Se ha comido mi alma,
sobre sueños rotos ya no quiero caminar,
De lágrimas y gritos está llena mi almohada,
No me quedan motivos por los que luchar.
Me persigue hasta mi cama,
se va si logro el sueño conciliar
y puntual regresa en la mañana
por eso anhelo nunca despertar.
Steve Ricardo