Dios colocó en un Paraíso
hombre y mujer.
Corrían ríos
de leche y miel.
Arboles todos
en frutas de color.
No había tiempo,
había luz,
estrellas y luceros...
Delicias gustaban Li y Dor.
(Pudor no había, desnudos estaban,
en la suave hierba
sus cuerpos revolcaban...)
-¿Hacían el Amor?
No. Llanura virginal eran,
sintiendo amoroso calor
en la mirada...
.........
Susurra la floresta,
reía el agua,
vergel de flores
esencia de perfumes
el aire perfumaba.
Alameda frondosa brisa
en abanico
caricias daba.
Multicolor de aves,multicolor
de trinos...
Ríos de cristal
desnudeces bañaba
en límpida corriente,
que riyendo bajaba...
Paradisíaco lugar
la dicha sublime regalaba.
Li y Dor
se acariciaban, se miraban,
sonreían, y se besaban
las bocas sin pecado original.
-Oh pudor desnudo retozando entre
las verdes cañas-.
Cara al cielo: luna romántica,
farolillos de azul
-estrellas nómadas-
la noche serenaban...
Oh deleites de Paraíso abierto.
Oh desnudos de castidad
-virginal continencia-.
No hacían el Amor;
no obstante, el sexo se excitaba.
Y un día...¿Qué?
Se perdió la inocencia,
se rompió el cristal de la Luna.
Probaron
el licor de los dioses
que el Paraíso
guardaba...
.........
Cerrado quedó por Orden Divina.
La Alienza se rompió,
y se ausentaron,
errando por los caminos de la tierra.
Li, a tierras mexicanas;
y Dor, a tierras españolas.
Li y Dor amores se escribían
desde las dos orillas
de la distancia.
(Salvador)