La llevo metida en el alma
la tengo fundida en mí ser
usted es el lucero del alba
que alegra mi amanecer.
Es música en mi guitarra
el poema nuevo que inventé
mucho antes de que llegara
la imaginé y la soñé.
Es florecer de sabana
es mágico reverdecer
era usted a quien yo esperaba
para que calmara mi sed.
Mi cayena mi flor rosada
mi sol al atardecer
no hay fuerza que pueda borrarla
de lo más profundo de mi ser.
Hoy cantaron las guacharacas
entre las cinco y las seis
y sentí un regocijo en el alma
cuando al despertar la miré.