Gonzalo Ramos Aranda

López y sus lambiscones

“Chayoteados” preguntones.”

“Conferencias” mañaneras
de mentiras lastimeras,
son las “diarreas” tempraneras
de vergüenza, mitoteras.

A las que van, sin decoro,
preguntadores “a modo”,
sendos pseudoperiodistas,
“barberos” especialistas.

Mas, hay uno que destaca
que a los demás mucho opaca,
“Lord Molécula” llamado,
por López muy bien amado.

Pues lo llena de empalagos
con sus múltiples halagos,
desde la primera fila
donde la miel se destila.

Es un “bloguero arlequín”
de un reptilismo sin fin,
que, de plano, ni la amuela,
la verdad no tuvo abuela.

Se aventó una sugerencia
empleando toda su “ciencia”,
hizo show cobrando cóver,
propuso llamar “amlover”.

Al índice de medición
del bienestar de la nación;
bufonada la más vil
de este “payaso” servil.

Pero qué barbaridad
no hay ninguna seriedad,
enésima matutina
en que, al peje, se le empina.

Sin pena, sin un pudor,
le manifiesta su amor,
su máxima admiración,
es total su rendición.

Andrés, río, se puso rojo,
luego le vino un sonrojo,
empezó a tartamudear
en su lentísimo hablar.

“¡No, no, no,!” dijo, ipso facto,
“¡no, imagínense!”, en el acto,
más se acentuó su yoismo,
su voluble egocentrismo. 

Lo que tenemos que oír
¡hijos de su mal dormir!;
en el cerebro una fécula
tiene el tal “Lord Molécula”.

Antier, afloró el “chayote”,
el embute dejó brote
en el lisonjero “Lord”,
lambisconear su confort.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 30 de mayo del 2020
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