¿A donde te fuiste? me dice la semana del cielo.
Debajo el cóncavo ámbar, extraviadas
están las tumultuosas nubes.
Fumo, bebo y oprimo los lentes de sol contra
mis densos ojos, tan densos como los tuyos.
¿A donde te fuiste ventarrón de nubes?
Hoy a mi cerveza, le falta la espuma de tus ojos,
que siempre es tan rica como poesía en la playa.
Imprimo en mis dedos: los días faltantes
que mi destino dibuja y se parecen
a la fuerza de nuestras huellas digitales.