De éste frío que parece muerte,
mis manos están llenas de frío,
del frío oscuro que calcome el alma y empobrece al corazón
mis manos, se llenaron de soledad, de adversidad de olvido,
mis ojos se llenaron de un paisaje gris que llueve nostalgia,
mis días quedaron en el murmullo de la nada;
sobre vendrá el mañana, lo sé,
la realidad es dura
pero la persistencia es la meta,
pero ¿Cómo luchar con el corazón deshecho y el estómago vacio ?
¿Cómo andar con los pies descalzos y los harapos mugrientos?
¿Cómo vivir muriendo ?
¡Oh Señor! ¡Altísimo Señor!
¿Cómo no implorarte y suplicarte ? ¿Cómo negar que somos esa voz piadosa que llora y gime con dureza
en nuestras testaduras almas
y aún así andamos
cabizbajos, cansados y adoloridos
pero andamos,
Guía pues Señor el carrusel del mañana
por que el de hoy, se ha varado y sus rieles ya no engrasan
¡ Oh ! Mi Dios, altísimo Señor
que cesen ya tantas muertes,
calma ya éste triste escarpelo que agota la existencia y nos ha llenado
de tanta ausencia.