Amo a mis hijos, como a la vida,
Amo todo cuanto tiene color y sonido;
Amo la libertad de amar y de sentir,
Amo en mí las ganas inmensas de vivir.
¿Por qué permitir que el odio invada mis fronteras?
Si tengo armas para repudiarlo,
Es mejor dejarlo que muera
Y que nunca más vuelva a visitarnos.
Podemos vivir dignamente con amor,
Porque él, es nuestro padre;
Dios es amor
Y también es nuestra madre.
Necesito derrochar mi amor
Sobre todo aquel humano que sufre
Y lograr curar sus penas y desdichas,
Saber decir un te amo,
Saber pedir mil disculpas,
Saber llevarnos de la mano
Y colmarnos de dicha.
Amo a mi amada,
Más allá de sus defectos;
Porque en la magia de los sentires,
El Amor, simplemente es perfecto.