y comencé bebiendome estas ausencias
tan mias,
tan tuyas,
tan nuestras
El silencio ensordeciò mis oidos
de pronto se ahogó el llanto,
se secó el firmamento
y la tierra se revolvió con el mar.
Entonces el caos cesó y todo intentó
tener forma nuevamente
y al alzarse
la luna, su tez pálida estaba llena de
insomnio, los lúnaticos chillaban y
se retorcian mientras recitaban versos
que caian de gota en gota en la mar ya
apaciguada.
y entonces mientras todo aquello sucedia
yo me quedé mirando tus huecos y me senté
en la espera .