Tus labios me sonríen con su risa de luz
que cae como copos de nieve en la madrugada,
níveas mariposas que en el azul revolotean
como pétalos de flores y pompas de agua.
Tu blanca sonrisa surca el etéreo espacio
bañada en luz de plata,
tus redondos aromas se apagan en el aire
en halos de oro y grana
y las ardientes exhalaciones de tus ojos
atraviesan mi pecho con su verde mirada.
Blanco es el reír de tu cara de azucena
en el rosáceo amanecer de la mañana
y blanco es el vuelo de la cándida paloma
que rompe el azul en las níveas horas del alba.
En las alas del viento