José Luis Barrientos León

Si un día dejarás

 

 

Si un día dejarás, que te vistiese de niña,

Para contemplar tu inocencia, y renacer en tu mirada

Ojos de destellos intensos, mudables como el topacio

En donde contempló a la infanta que da paso a la doncella

 

Si un día dejarás, que te vistiese de entrega

Para desnudar tu figura y arrodillarme en tu vientre

Labios de ámbar apasionante, donde nace el deseo y el beso

Donde muere la candidez, para que nazca la ofrenda

 

Si un día dejarás, que te vistiese de deseo

Para recorrer tu contorno hasta arribar a tu vientre

Piel de sentir ardiente, donde nace el cántico inefable de tu aroma

Donde el idilio es eternidad, recostado en tu pecho

 

Si un día dejarás que desnudara tu alma

Para asistir a tu entraña, con mi pasión y terneza

Senos de manantial y flores, donde se abandona el hombre, para que surja la vida

Donde la luna y la sombra, permitirán tu figura sobre la mía

 

Cabello de bálsamo y embeleso

Suspiro dulce del delirio

Rostro de candidez y encanto

Vientre virginal de ilusión y canto

Sin un día dejarás que mi palpitar fuera tu entrega