DELIRIO DEMENCIAL
Cuando en los fantásticos placeres
de enardecidas fogosidades,
los caminos del amor
cabalgamos.
El atajo a la porfiada lujuria tomamos.
duchados en mares de sudor,
aderezados con besos y caricias,
exaltados nos veneramos.
Cuando en mis brazos tengo,
de hembra señorial ese exquisito cuerpo tuyo,
con furor amándome.
La existencia del vivir mi entelequia
alborota.
En esos relampagueante instantes,
de desenfrenado delirio demencial.
Nuestros pechos explotan,
en una lluvia de fulgurantes estrellas,
de mil colores en nuestra memoria
se estremecen.
Bambam