Miriam

Prisionera


Y yo que me soñaba mujer, ala, pájaro, cielo.

Pobre, ingenua prisionera de lo que lo sabe,
Casi tan prisionera como el que muere callado,
Como el que vive a gritos.
Callar nunca se sintió tan mal,
Como aquel día en el que tú,
Tan rodeado de piedras, te decidiste a ser,
De mis ríos , agua, de mi boca sed.


Y yo que te soñé.