Si la madre natura sufre y pena
con su rostro cruelmente desgarrado
su flora y fauna disminuyen tan aprisa
y el gentío en su confort finge ignorancia
¿de dónde sacas, querido, belleza?
¿Acaso has tenido contacto
con salamandras, silfos u ondinas
acaso a tu jardín concurren duendes
y sus himnos a nuestro lenguaje los traduces?
Ahora que en desuso la poesía se halla
suplido el romance por burdos sucedáneos
ufanado el infeliz humano se pasa la vida
sin conocer a qué o por qué misión vino
ansiando posesiones o fama como meta
¿de dónde sacas, querido, quimeras?
¿Será que tu alma llegó impregnada
de ese hermoso, sutil y tenue halo
que en los seres sensibles resplandece
y de los dedos del mismo Dios emana?
Ahora que hombres y mujeres
sin cesar se confrontan mutuamente
cada uno inconforme con su imagen
cada quien en permanente competencia
y en vez de comprenderse más se atacan
¿de dónde sacas, querido, ternura?
¿Desde el mismo cielo cada noche
te susurran al oído los ángeles?
o salen de su limbo trovadores
y ti recurren para contarte sus pasiones?
Si en el mundo no hay armonía
con tanta gente egoísta y grosera
si la balanza siempre queda en contra
y la fe con facilidad es abatida
¿cómo conservas, querido, esperanza?
Quizás con amistad genuina
pretendas crear un frente y seamos
del planeta doctores y soldados
con el corazón anteponiendo por bandera
y manos y mente enfocadas con ahínco
para dejar valores y vida por legado