El hombre que yo quiero
no existe.
El hombre que yo quiero
es de ensueños.
Toma mi mano con su brazo fuerte,
y en su seno me arrulla,
en su seno me arrulla…
El hombre que yo quiero
al mirarme a los ojos,
acaricia mi alma y mi corazón.
Y me hace el regalo mas hermoso
cuando aflora en sus labios
la palabra “perdón”.
El guarda silencio cuando cansada
y hastiada de vida
me pongo a llorar.
Me toma en sus brazos
y cura mi herida,
y entiende el cansancio
de un débil mortal.
Es hijo de sueños,
de sueños partidos,
de pedazos de cielo,
de noches en vela,
cuando cerrando los ojos le digo
“no existes, no existes, hombre ideal”.