Desde esa primera sonrisa que nos presentó sin la necesidad de saludarnos,
hasta el ultimo te amo que dijiste antes de dormir profundamente.
Siempre hay eso, siempre lo hubo.
Ese presentimiento tan fuerte que permite soltarnos y abrirnos de una manera como nunca lo hubiéramos imaginado.
El temor e inseguridad siempre nos quiso reinar pero eso fue mucho mas fuerte que pudo con todo.
Ese presentimiento de saber quien es la indicada y que con esa persona el amor será el mas verdadero.
Aquel amor que nos permite amarnos de una manera voraz,
hasta el final de nuestros tiempos.