Luis Alberto R

Invisible

Carmen permanecía muy extraña desde el día de su cumpleaños. Cabizbaja y silenciosa mostraba una tristeza profunda. No actuaba con la misma frescura de antes. Y días después como a las seis, distraída con la belleza del zambullido del sol, balbuceó una queja al viento: \"A los ochenta y tantos, tal cual desaparecen los viejos ante la gente, yo no quería sentir ni ser consciente de apagarme. Ahora, en íntima lucidez, soy mi único testigo y el sufriente\".

#LuisAlbertoR
(Escultura de Ron Mueck)