Miranda Mori

Oda al País de Plata

País de Plata anhelado,

mis ojos te pueden ver;

 

tus calles y ríos donde fluye

la sangre europea y

tus plazas donde tus héroes reposan

en cuerpos de bronce.

 

Mis oídos pueden escuchar

las melancólicas notas de Gardel

y los gritos de aliento a

los guerreros del balón.

 

Mi paladar puede saborear

el contundente dulzor

de tu oro color caramelo

y tus piezas asadas de lo

que una vez fue parte

de tus campos fértiles.

 

Quiero imaginar tu paraíso

al sur de la esfera,

donde se te congela el alma

y respiras el verdadero aire.

 

Flamante País de Plata,

sé que me estás esperando.

 

Que no eres solo un sueño

sino el despertar de una

pesadilla mortal.