Aguas Profundas.
Ahogada en la profundidad,
mientras mi corazón se detiene
y queda expuesto en la inmensidad
de las aguas turbulentas y crueles.
La muerte es la dama
que se sumerge en altamar
cuando no hay ninguna
señal de vida que me pueda salvar.
Mis gritos son solo un suspiro
y en mí no hay ningún latido.
Ahora pertenezco al mar
y mi espíritu con él se va.
Sumergida en el fondo,
mi cuerpo se convierte en un despojo,
víctima de la negligencia
y acompañada del desasosiego.