facundo perkins

La redenciĆ³n

El tiempo a su lado se ha cansado de aguardar
el fuego lo acompaña, los días lo acompañan
las noches lo acompañan 
los rocíos y las altas paredes de su fortaleza de hojas ,lo acompañan
pero hoy todos cabecearon
y las estrellas se han dormido sobre sus hombros.
Contempla con acritud una vida que se le escurre
y lleva todo a su paso , lo arrastro todo
inclusive
sus recuerdos .
No se inquieta ante su huida
,no se inmuta , no intenta asirlos impidiendo su raudo escape
,solo espera y escupe con resignado desdén
una saliva teñida de coca rancia 
tan rancia y amarga como su alma .
Afila y esculpe sin prisa el viejo metal mellado
con la misma paciencia que el alquimista busca el despuntar dorado,
con el mismo frenesí de aquel beduino
que intentaba despertar al genio de su eterno letargo.
Pero él no anda detrás de vanidades 
tan solo anhela recordar al cuero
que aún vive ,sin saber por qué o para qué .
Está ahí , incólume como un prócer de mármol 
desafiando la indolencia y el olvido,
al silencio y a la soledad del anonimato 
al detrito que impone los años 
al crudo invierno y a los achaques de un sol inclemente,
al oprobio de los aerosoles y orines trasnochados 
a los vómitos etílicos 
está ahí a pesar de todo y pesar de muchos,
camuflándose en una simbiosis con otros tallos decrépitos
que se arrastran en el universo de las sombras.
Pero no está solo, claro que no,
está el aire y aún hay música y ritmo en su pecho,
están sus ojos,heraldos que se postran ante el cielo inmenso,
de allí la lluvia le traerá la calma
y tal vez la ambrosía del sueño.
Amanece ¿Por qué caminas con tanta prisa?
¿Hacia qué extraño destino de aventuras?
¿Tratas de seguir acaso el tranco de tu sangre?
Tal vez , pero de nuevo te visitará la noche ,
te acoplaras al réquiem de grillos cantores ,
al musitar de una brisa dormida
y arderá desde los rincones mas oscuros
la agonizante chala que espera la redención.