(03/09/1993).
Se levantan cual fortalezas militares en el horizonte,
albergan en su interior la totalidad de la vida,
y los mas hermosos sentimientos renacen al admirarlas.
Fuertes como el acero, sutiles como una flor,
en cada mirada que damos,
están allí: silenciosas, misteriosas,
llamándonos a la aventura, a adentrarnos a ellas.
Estaban antes de nacer,
estarán para cuando la muerte llegue.
Sabias e inmortales
guardan los más enigmáticos secretos.
Bellas y esplendorosas,
testigos silenciosas de su dolor,
de aquello que las hace sufrir:
la destrucción de su imponente hermosura.
Pero como el Ave Fénix que de sus cenizas renace,
ellas renacerán de aquello,
se volverán mas hermosas,
esperando siempre silenciosas aquello que ha de venir…