Estoy obnubilado por su belleza, no solo la estentórea,
Sino también por la emocional e interna,
No me importa siquiera no ser su amante, que más yo quisiera,
Ha tenido siempre muchos amantes, por lo que soy feliz a su puerta.
Vivo absolutamente obsesionado con ella,
No me puede negar mi absoluta constancia,
Soy como la mayoría, a su felicidad, un humilde servidor,
Solo duerme en el lecho y poco tiempo en algún infatigable merodeador.
A pesar de todo, es para mí un amor a lo incierto y a lo desconocido,
Porque es tan amplia su belleza que es imposible siquiera acecharla,
A veces pienso, que si no existiera, habría que inventarla,
En este mundo tan frio y competitivo no hay ninguno como ella.
Intentare seguir siendo un persistente y continuo admirador,
Para ser por lo menos su amigo, porque con ella nadie fracasa,
Suele ser más atenta y afectiva eso sí, a quien más la respeta,
Imagino que ya todo el mundo sabe quien eres, la bella poesía.