Me obligaron mil veces,
me obligaron a negar mi voz gruesa,
me obligaron a negar mi piel.
Me obligaron mil veces,
me obligaron a no ser yo.
Me mire al espejo
y mire mi boca,
rotundamente grande.
Y mi nariz.. rotundamente ancha,
y mi piel
hermosamente negra.
Pero, me obligaron mil veces
me obligaron a olvidar,
me obligaron a callar,
me obligaron a negar mi historia.
Hoy decidí no ceder,
no callar
no temer
no llorar.
Hoy decidí aceptarme.
Valiosa y orgullosa,
valiosamente hermosa,
orgullosamente negra.