Los días de una calidad noche fría
transcurrían bajo un manto en el cual
ni la luna ni las estrellas se veían
pues era el invierno
el cual se cernía sobre el tejado
que nos cubría
dentro de esa cálida alcoba
que tus coloridos dibujos en la pared tenia,
lleno de estampas y calcomanías,
en esa antigua grabadora de casetes
donde los 80s re sonaban noche y día
y las canciones de timbiriche imitábamos
su coreografía
y ya cuando el sol dormía
frente de esa ventana con cortina blanca
nuestros ojos se asomaban
a ver las escasas luces en su lejanía
y era en el arrullo de la lluvia que
nuestros ojos se cerraban y en un sueño
nos envolvía.