¡Hoy miro tus rosas blancas!
color de la nieve y la mente al alba.
Pétalos deshojados como tu falso intento
de vestir de etiqueta portando trapos
Mirando al oriente, avergonzado a medias
En tres rosas blancas, escondes tus huellas
Aún circula la sabia con desganada tristeza,
con franca torpeza su estampa entallada
de aquello que fuera la “flor de mi amada”
la rosa; nobleza, pureza, de belleza incrustada.
Y hoy llega a mis manos de verdad disfrazada
anhelando los tiempos de latidos y notas
que seguía vibrante como flor regalada
Blanca rosa, mirada blanca, blanco el misterio
que impulsa tu andanza, color de tu vicio
que a hurtadillas escondes bajo tu almohada,
dibujando senderos con aroma a destierro
hiriendo sin miedo la familia que amabas