Atrapado en un espacio de mucha extrañeza observo el futuro, mientras mis pies se esfuman muy lentamente.
Las circunstancias siempre alteran la lógica, pero hay encrucijadas llenas de laberintos donde el destino juega todo el tiempo, mientras lo intangible se hace tangible.
Cambiar lo difícil, es una tarea que nos llena de fortaleza el ánimo, una confianza inusitada te rodea de fantasmas buenos, pero siempre la torpe y crucial voluntad se empecina en los límites.
Estoy mirando hacia donde se dirige mi sombra, se desplaza hacia el más allá de los espacios, el realismo me pone de frente a los pensares mundanos, fluye la intención, el poder despierta, y un deseo, parece tocar todas las estrellas.
La imaginación, antes de tocar el mundo, parece viajar desde todos los rincones del universo. El mundo del nunca jamás se remonta desde lugares lejanos, en todos los amaneceres y desde todas las dimensiones posibles.
Sumido en la más densa de las dubitaciones, una luz me deja el ansia exánime de ver lo más extraño. Puedo ver lo que quiera imaginar, pero me cuesta ver lo que ya existe.
Emociones que no percibo y sentidos que se agitan al más mínimo sentir, como si una melodía encantada, siempre despertara tu alma, mientras tu piel...se queda totalmente dormida.