Me veo en mis ojos como día lluvioso
Como triste, sencillo y desganado;
Como vivo sin motivo y sin dios.
Me veo en mis ojos como día nuboso.
Me siento en mi piel como versos sin adornos,
Como escritos gruñones y grises;
Como atajo nostálgico somnoliente.
Me siento como fatiga reposada en pecho.
Me escucho vibrando como resuello hastiado,
Como alarma atenuada y lejana;
Como rugiente eco taciturno.
Me escucho como corriente silenciosa.
Me pienso como deambulante mirada frustrada,
Como voz perdida al vacío,
Como efímera piel reseca,
Como caminata infinita,
Como sonrisa negativa,
Como huesos heridos,
como enfermo,
como estoy,
sin cura.
Luis Adolfo Otero