SOLEDAD,
cuantas mentiras,
cuantos errores,
cuantos pecados se han cometido
en tu nombre...!
Tú que eres real,
verdadera, sincera,
desinteresada,
inmortal,
eterna...!
Tú, que eres unigénita,
personal e impersonal,
dominante,
frágil, transparente,
cosmopolita.
Tú mi Soledad
que no tienes quien te defienda
del vituperio,
de la calumnia
de almas egoístas, mentirosas.
Tú mi Soledad mereces:
Un altar, una columna,
un día dedicado a tu nombre;
el homenaje de múltiples banderas,
mereces muchas cosas, mereces una rosa.
© Armando Cano.