Cuando por fin sale de la choza, toda la comidilla social hablaban de ella, de que vivía allí con Fabio Cazuela la hija del hacendado rico del pueblo de Yauco, el que amaba tanto al café, y que su hija le dejó en pedazos el corazón cuando se marchó lejos con ése hombre. Y la hija de Don Gregorio, se había fugado de la hacienda “La Estocada” a vivir con ése hombre a solas, y que el Capataz Santiago, que yá también lo conocían en esa zona la perseguía a pie y a sombra. Pero, a ella le daba igual, que comentaran o que se divulgara tal cosas de ella, no le daba la menor importancia, si era feliz con todo el corazón y él, Fabio Cazuela, con ella. La felicidad fue mucha, pues, yá había dado un buen o un mal paso en su vida, sino lo sabía ella, yá, si se había enfrentado a la sociedad siendo la más bella mujer ante los ojos de todo el mundo, y que se había enfrentado a su padre Don Gregorio haciendo su voluntad y no la de su padre, que quería que su hija se casara con Humberto de la Paz. Zoila de la Cruz, como ella se llama, era la envidia de tantas en el pueblo de Yauco, que sólo fue y quiso en ser más feliz. Aunque, Fabio Cazuela tenía muchas muchachas enamoradas de él sólo Zoila de la Cruz logró conquistar su eterno amor y para ella nada más. Cuando en el tiempo, se dió lo que más se daba por los alrededores, una sola cosa, de haber amado con pasión y fugaz encuentro a Fabio Cazuela entre aquellos arbustos del cafetal. Y se dió más todo el amor entre ellos, y sí, que fue feliz la pareja con altas y bajas, como todas las parejas.
Pero, un día se despertó Zoila de la Cruz, y no estaba Fabio Cazuela sino el Capataz Santiago, ella, le indaga que dónde estaba su hombre o sea, Fabio Cazuela, y no le contestó, sólo le dijo recoge tus cosas que nos vamos a la hacienda “La Estocada”. En la hacienda “La Estocada”, la esperaba Don Gregorio y Doña Ramona, hacen un pacto y ella se queda en la hacienda por un tiempo. Le sorprende la llegada de Humberto de la Paz a la hacienda, y se dice que hay matrimonio con un punto final. Cuando en el ambiente sólo se dió, lo que empezó un amor como la paz que ella buscaba, pero, ¿y?, ¿acaso a ella le importaba éso?. Y no quiso más saber de Humberto de la Paz, por aquella tarde. Trade se le hacía para reencontrarse con Fabio Cazuela entre aquellos arbustos, con su traje y enaguas can can, y cruzó la verja de cemento, y por el acantilado, hasta llegar a él, a Fabio Cazuela. Fabio Cazuela, sólo le dijo, -“hice un pacto con tu padre Don Gregorio, él sabe que le hurto de su vendimia o cafetal y que si seguía así me acusaba ante las autoridades”-. Y Zoila de la Cruz, lo abrazó tanto que le dejó su alma adherida a la de él, pues, era un amor como nunca se había visto en Yauco ni en ningún otro pueblo de la isla Puerto Rico.
Solamente llegó el 1891 y con él más problemas. Pues, a Zoila de la Cruz, le preparaban su matrimonio con Humberto de la Paz. Había pasado yá tres meses y sin la bendita menstruación, pues, sí, estaba embarazada, no se le nota tanto, pues, la muchacha era muy delgada. Sólo lo sabía la sirviente María, una nana que la cuidaba desde niña. María una señora de tez trigueña y de un carácter dócil, le guardó el secreto hasta después del matrimonio. Pero, ella, anhelaba tanto a ése bebé, que no lo quería perder, descansaba tanto que Doña Ramona, la tenía en la mira, pues, su conducta había cambiado para un bien común. Cuando la niña en la hacienda “La Estocada”, embarazada de Fabio Cazuela, sólo le faltó un deseo y fue que no quería casarse con Humberto de la Paz, ¿cómo lo logra?, pues, ella no sabe cómo, ni cuándo, ni por qué lo haría. EL dolor sería muy grande, la vergüenza crecería, el murmuro social sería inmenso, y sus padres no se lo perdonarían jamás. Pero, ¿por qué casarse sin velo y embarazada y con un hombre, el cual, ella no lo amaba?, Sería, que no lo amaba, pero, le gustaba la paz que le otorgaba, que le brindaba y que más ella quería. Pues, su embarazo lo ameritaba. Era y quedaba la hora cero para Zoila de la Cruz, en que sería la nueva esposa de Humberto de la Paz, sería Zoila de la Paz. Y dejaría su apellido de soltera a la intemperie, recordando por siempre a Fabio Cazuela. Pero, estaba tranquila, segura y con demasiado dolor inocuo. Y todo porque amaba con todo su amor a Fabio Cazuela.
Continuará……………………………………………………………………………..