Dime cuándo cesará ésta angustia
de soñarte, de buscarte y extrañarte,
dime cuándo mi alma calmará ésta pena.
...
Debo amarte con locura,
Como antes, cómo siempre,
mi único objetivo, es el embelezo de éste amor:
desbocado, tallado
que me colma,
que me transporta al infinito manto, del celeste cielo que vislumbra mi alma y tu anhelo.
...
Dime cuándo la hora menguada
acallara el tic-tac de mis noches
y en un solo abrazo
aunada a la mañana,
entre la luna y la aurora,
vuele hasta ti y te mire largamente
y en el éxtasis y la gloria
mi soledad amaine.
...
Desde esté espació,
mi voz grita tu nombre
¿ Y tú ? ¡Tú callas !
viajero amado de mis horas,
dame la tierna fragancia,
el aroma frágil de la rosa
que se mece sobre la radiante estrella de tu alma,
dame paz, dame vida,
dame el bello instante de sentir tu cuerpo y tu presencia, acabemos pués con ésta ausencia.