Dayanara Mondragon

El amante

No comprendo la necedad de desear lo prohibido,

pero siempre se me olvida cuando te miro...

El amante

 

He vuelto a mirar tus ojos,

el tumbar de mi corazón,

rompió en cristales,

sueños que se prolongan,

que anulan esos males.

Tú estás allí,

y me penetras con ansias,

te burlas de mi sentir,

mientras en tus brazos,

me acabas y me sofocas.

No puedo mirar el sol,

¡qué se yo!,

todo vuelve a girar,

en torno tuyo,

y te doy mi cuerpo,

para que lo provoques,

más no te doy mi alma,

esa no está contigo,

eso será tu castigo

y para mí,

el único alivio.