Me gusta contemplar la nube,
moviéndose libremente,
como la alondra que sube
hasta el cielo alegremente.
Me complace admirar la estrella,
viendo al sur del firmamento,
con su luz radiante y bella
¡Qué hermosura, qué aspaviento!
Me gusta estar en la montaña,
para mirar complacido
ondear la flor de caña,
como mar embravecido.
Feliz contemplo una laguna,
en una noche serena;
y el reflejo de la luna
en tu silueta morena.
Me deslumbro al mirar los prados,
con tapiz color de jade,
donde a los enamorados
brisa fresca les invade.
Me encanta apreciar las llanuras,
con arbustos y colinas,
llenándome de ternuras
y arrancando mis espinas.
Aprecio los bellos jardines,
con sus múltiples colores,
con pájaros parlanchines
amenizando folclores.
Me encanta divisar los cerros,
con hermosas curvaturas,
donde pastan los becerros
con sus vientos y frescuras.
Me apasiona tanto la playa,
con el sol de atardeceres,
que extrañaré aunque me vaya
sonriendo en amaneceres.
Me gusta disfrutar la lluvia,
que cae por la mañana,
bañando el árbol de juvia
que está frente a mi ventana.
Me emociona el caudal del río,
que baja por los peñascos,
cantando hasta el labrantío
va anunciando los chubascos.
Me gusta contemplar los lagos,
con su agua verde turquesa
y olvido tiempos aciagos,
si el paisaje me embelesa.
Me gusta disfrutar los bosques,
con sus árboles frondosos,
donde bejucos enrosques
con sonidos asombrosos.
Me encanta disfrutar la vida,
y llenarla de contentos,
de amor la llevo prendida
y joviales sentimientos.
Humanos, cuidemos la tierra,
su fauna, flora y natura,
los frutos que da la sierra,
donde nace el agua pura.