Lincol

OTOÑO CON OLOR DE TI

 

OTOÑO CON OLOR A TI

Las lágrimas de otoño le corrían hasta el cuello perdiéndose en su piel cenicienta con la misma fragilidad con que le abrazaban, mientras una canción subía con su nombre por los techos hasta mezclarse con el aroma de un copioso café que salía por una de las ventanas que daban al cielo azul y gris de aquella tarde serena. Y entre el otoño y ese rico aroma de café, sus  pasos sostenían la fragilidad de las hojas que hacían de alfombra a sus pies y el rocío cuajaba con las flores de aquellas calles por donde pasabas radiante con tu piel canela.

LMML.