Es difícil pensar en cómo enamorarte de una persona a primera vista cuando en realidad te has enamorado de la idea que creaste, me enseñe a enamorarme de mis ideas pues admiraba características de algunas personas magnificándolas. Me gusta observar sus expresiones, movimientos, ideas, su esencia en sí. Sin embargo, nada dura y todo se transforma, solo mis obsesiones y bajas pasiones no cambian su conducta. El objeto es diferente, tres sujetos cambiaron todos llegaron a enseñarme; El primero con una mirada podría desvestir me, aumentaba mi percepción algo efímero un regalo para mí; El segundo vanidoso, egocéntrico, malicioso, pero no tenía necesidad de pronunciar palabra, fue una relación más larga que la primera, pero sin pasión, sin definir la conexión; El tercero mi favorito narcisista y fraternal, ser constante, analítico y dominante. Todos tenían en común no la esencia que me proyectaban, entendí que la forma en la que amo es a través de la admiración con pasión y precaución, en silencio como observador al igual que en el espejo como un reflejo.
Me gusto el silencio, gritaba el sentimiento ¿podría estar viva en el vacío? ¿acaso puedo sentir su piel sin tocarla?, me di cuenta que no quería ser alguien a su lado sino ver a través de sus ojos sentir lo que sentía, conocer, pensar, actuar como ellos. Dentro de tanta admiración llego la cordura con repulsión. El deseo se desvaneció como el tacto de una caria dejando la huella del calor para solo sentir el aire frio tomando el lugar de una caricia. Cambie pues lo efímero no dura y mi ilusión se terminan con mi cordura. Llego la monotonía arrebatando el significado, lo desconocido era conocido y el vacío no se llenó.
Ambición, crueldad, conocimiento, me describieron al final de la ilusión o el significado que le di al amor, continúe buscando nuevos significados, pero al conocerlos y observarlos, no pude desearlos.