Gerardo Blanco

OJALÁ Y TE ENCUENTRE

Ojala el norte y el sur fueran a una misma dirección para encontrarnos dónde termina el sol, tu espalda y en mi cama, y poco importará que te vayas en invierno, tras tus pasos dejas floreciendo un camino en el desierto porque en tus pies hay magia y primavera.

Y decirte que aunque pequeña sea la ciudad, cómo Venecia todo se inunda de canciones melancólicas, y no existe calle virgen de nuestros pasos, y no existe palabra ni olvido que borre los muros que te siguen, muros que con el tiempo se hacen más casuales, y forman direcciones en tu mente para no perderte, para no olvidarme y para encontrarte.

Y que bonito será el dia que te encuentre, y que triste será el minuto que te suelte, y cuánto dolerá toda la vida porque amores cómo el nuestro son una vez cada mundo.
Dos almas cómo las nuestras están destinadas a encontrarse y a dejarse ir cómo un juego mortal en el que se ha hecho habitual salir con el corazón en la boca.

Ojalá y un día de éstos te encuentre, en los que el mundo se nos cae de la mano y se hace eco nuestra sencillez, que de tu boca no se pronuncien palabras que hieran cómo espadas a un pecho cubierto con cartón.

Y ojalá y te encuentre una mañana fria de diciembre, para que necesites un abrazo y un café, en una cama conmigo, y te acuerdes de las historias no contadas que callan los rincones de la ciudad.