Con un paso hacia el olvido
contuve en seco mi amor
que desbordaba fervor
de entregarse a lo prohibido.
Con un paso hacia el olvido
frené el impulso latente
de ofrendarte cuerpo y mente,
lo que seré y he vivido.
Con un paso hacia el olvido
sosegué la imprudencia,
resonando la sentencia
de tus labios: \"me despido\".
Incapaz de comprenderte
miré de frente el vacío,
¡lo di todo y nada es mío!
Pensé: que absurdo el quererte.