Patunga

VIVIR PARA MORIR

Y Dijeron que el mal que padecía

por siempre me acompañaría,

Pues no se puede curar

mi intimidante filosofía.

Es por eso que hoy

dedicaré mi tiempo libre

a escribirte poesía.

 

Contemplaré el pasado

con un poco de melancolía,

diseñaré  planes perfectos

para ocultar todos  tus defectos.

 

Con mis versos salvaré tu alma,

de esto que tanto temo

y dice llamarse karma.

 

Transformaré el dolor que ciento

en una hermosa melodía

y cuando aprecie de pronto

la nostalgia huyendo por mis huesos,

dedicaré mi tiempo libre

a mirarte sin desprecios.

A escribirte miles de versos.

 

Cantaré con fuerza

la melodía que guardo en mi cabeza,

sin absoluta vergüenza.

Me acompañará el sonido del viento…

con su instrumental lleno de delicadeza.

 

Divagaste con los sueños de otra gente,

caminaste sin temor

en el pasillo de mi alma,

invadiste mi memoria,

mis tristezas y mis alegrías

e hiciste un verdadero festín

con todos mis días.

 

Festejaste a mis espaladas

e hiciste que te adore sin mentiras,

te bebiste hasta la última gota de mi sangre,

adornaste tus historias con mis sueños,

me halaste los cabellos,

quisiste usarlos y cubrir tu cabeza,

pero lampiña eres,

de eso no pierda certeza.

 

Las pupilas de mis ojos,

te sirvieron para espejos,

te observabas tiernamente.

Como mirando el horizonte

a lo lejos.

 

Pero

Al parecer no eres diferente,

no consigues sublevar,

lo que de mi conoce la gente.

Que perversa eres…

Excéntrica y egoísta

¿solo eso quieres? Mi vida,

lágrimas por doquier,

te muestras entre sombras,

te escondes tras un cuerpo frío,

 

Mejor

Visualiza mis promesas

inmortales e impetuosas,

pues no necesito de soflamas,

ni cuentos, ni sarcasmos.

 

Porque esté donde esté,

mi lírica sigue siendo histórica,

Y aunque el tono de mi voz,

te parezca el más atroz,

seguiré eternamente,

escribiendo y murmurando,

que todo esto acabará,

cuando Dios diga que ya está.

 

Cuando

Las palabras del poeta,

los dibujos del pintor

y gestos del actor

no sean  una puñalada

para quienes se dedican a hacer nada.

 

Más bien cuando al cruzar la calle

la gente diga yo conozco su escritura,

su imagen su figura,

yo conozco su pensamiento idílico,

su conocimiento empírico

y su lenguaje métrico.

 

Y me enseñaron

Que no solo sueñan los excéntricos.

Y no solo lloran los ascetas.

Porque no se siembra solo en el suelo,

sino también en masetas.