Lo mismo así, que fantasear sobre erial:
así, como oasis en quimera excavación,
Y un rastro de árboles con bocas de manzana...
Soñé un ensueño destellante en oquedad.
Así... en tierra de corolas y delirios, donde:
Cosecho a manos llenas corolarios de ilusión...
Y siguen germinando de esta oscura enredadera
que me nutre los luceros, que me corta el pecho...
Los vestigios que cosecho en secreto quedarán;
Los vergeles ensueños consumados en mi cruz,
perpetuarán un viaje flamante de cánticos;
Y así, en mis ojos, el sempiterno fulgor párvulo
que crepitan los ensueños sobre mi llanto,
Que besan mi boca y devoro en eufóricos gritos.