Te aparto el cabello
con mis manos
y aprovecho para acariciar tu cuello
Manos blancas,
calientes como el fuego
rebosan de heridas que curan tu suave piel.
Solo deseo sentir
con mis dedos
el mapa de tu universo.
Tu cuerpo sedoso
delicado y lato
inabarcable para mis brazos,
cual planeta inalcanzable exploran mis manos,
temblando.
Tu feraz costado
la felicidad me ha otorgado.