Dos mujeres
desnudas en el lecho
descubren sus cuerpos
se entregan a los besos.
Bocas femeninas
se unen
en almibarados besos
mientras rozas sus erectos senos.
Conocedoras de sus cuerpos
hacen que cada rose,
cada beso
sea de la otra un provecho.
Besan cada espacio
del cuerpos ajeno
despertando los deseos
los placeres descubriendo.
Mientras se palpan
la humedad,
sexos hambrientos
devorados por labios sedientos.
Aquí no hacen falta hombres,
ellas conocen de sobra
como conseguir el orgasmo
sin que medie penetración.
Exquisita entrega de mujeres sabias
en las caricias femeninas,
hambrientas de amores encontrados,
satisfechos por su mismo sexo.