walter rafael aguero gomez

Reencuentro con mi alma.

Escondido en el mal,

me arropé

con el disfraz del bien.

Sicológicamente

la complejidad me invadió,

enajenando

mis sentidos.

Luchaba por ser fiel

a mis creencias.

Mi alma original

se irritó;

el miedo,

el remordimiento,

llenaron de lodo el amor;

mientras la oscuridad

creció a mi alrededor,

arruinándolo todo.

Rodeado

de víctimas pacientes,

abro el telón

de un nuevo amanecer;

las tinieblas lentamente

se desvanecen;

el mundo frívolo

se detiene.

Tengo una eternidad

para volver a empezar.

Cantar,

reír,

ser feliz,

no es una utopía.

El hombre

deja de ser humano;

mientras,

ningún animal

pierde su esencia.

Mi hoy

no puede borrar

el nuevo amanecer.

Todo lo que ocurre

tiene una razón.

Escapo

de los lobos malignos

que me siguen sigilosos.

Abro con fe

nuevas puertas,

nuevos espacios.

Renovación permanente,

crecimiento y evolución;

sigo el camino angosto

de la iluminación.

Soy lámpara encendida

que no se esconde,

para mostrar

esa Luz Mayor

que guía mi sendero.